Y como también estaba previsto, la Unión Europea y Estados Unidos no reconocen el resultado de una consulta ilegal y han comenzado a imponer las primeras —y tímidas— sanciones (prohibición de viajes y congelación de bienes) a una veintena de políticos y empresarios rusos y ucranios. Kiev, mientras tanto, asiste impotente a la ruptura del territorio.
Vladímir Vladímirovich Putin pronunciación es un abogado y político que actualmente ocupa la presidencia de Rusia, que ya había ejercido anteriormente por dos mandatos consecutivos (2000-2004 y 2004-2008), lo que lo convierte en el que más tiempo ha estado en ese cargo desde la caída de la URSS. Encabezó el Gobierno de su país bajo Borís Yeltsin y Dmitri Medvédev, así como Rusia Unida, partido del cual, sin embargo, no es miembro. También es, desde el 27 de mayo de 2008, presidente del Consejo de Ministros de la Unión de Rusia y Bielorrusia.
Proveniente de una familia de origen humilde, Putin se graduó con honores de la carrera de Derecho en la Universidad Estatal de Leningrado, tras lo cual ingresó en el servicio de espionaje del KGB y fue destinado como agente en Dresde . Después de la caída del Muro de Berlín, regresó a Leningrado , donde fue ayudante del rector de su alma máter, pasando, en 1990, a convertirse en asesor de Anatoly Sobchak, entonces presidente de la Diputación de Leningrado. Luego del triunfo de este en las elecciones para la alcaldía, pasó a ser jefe del Comité de Relaciones Exteriores del ayuntamiento y vicealcalde. En 1996,
La hipocresía de las grandes potencias
Una nube de testosterona en forma de hongo se ha abatido sobre las redes sociales; aspirantes a Dr. Strangelove reclaman incluso una acción militar contra Rusia, es decir, dar el “primer paso hacia el exterminio nuclear de la especie humana”. El enfoque de los gobiernos occidentales, por suerte, ha sido bastante más comedido, aunque no exactamente por amor a la paz: el Partido Conservador británico, financiado por la City londinense, quiere que el dinero ruso siga fluyendo a las entidades financieras, y el gobierno alemán no quiere que le cierren la espita de gas.
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