Woensdag 26 Februarie 2014

El falso documental.

EL CONFIDENCIAL.

El domingo pasado, día 23 de febrero Jordi Évole estrenó un falso documental sobre el Golpe de estado del año 1981. El fenómeno del falso documental ha sido repetido en otras ocasiones, como La verdadera historia del cine (Peter Jackson, 1995).  La verdadera historia del cine era un biopic sobre un presunto cineasta neozelandés llamado Colin McKenzie que habría inventado todos y cada uno de los avances formales del cine (travelling, primer plano, sonido, color) unos años antes de que se descubrieran realmente. Un hallazgo histórico avalado por unos misteriosos rollos de películas encontrados por Peter Jackson en un cobertizo. Un documental sensacional que recurrió a un engaño para contar los primeros años de la historia del cine mediante una perspectiva original, novedosa y lúdica. .


La ficción radiofónica de Orson Welles o el rodaje de Stanley Kubrick de la llegada a la Luna son algunos de los falsos documentales más famosos de la historia.
La broma, el engaño momentáneo -o duradero- y la respuesta pública son los ingredientes del llamado mockumentary.

 Las redes sociales se pusieron en movimiento en la noche del 23 de febrero. Algunos pedían la cabeza de Jordi Évole y otros aplaudían con humor la valentía del programa. Fuera como fuera, el objetivo se cumplió: a nadie le dejó indiferente el metonímico falso documental sobre el montaje del 23F. Sin embargo, en un ejercicio de memoria y con la hemeroteca, comprobamos que de mockumentaries está llena la historia reciente.

 Documentales:

Holocausto Caníbal

Aunque no sea un documental, muchos reconocen esta escatológica obra maestra del género como el germen de lo que nos ocupa. Se puede pensar que en 1980 el cine estaba bastante avanzado, tanto que por muy realistas que fuesen las descarnadas imágenes nadie sería capaz de creérselas. Pues bien, no fue así. Hubo una importante repulsa hacia la muerte de los animales - que lamentablemente fueron reales- y ¡hacia la de las personas! Se puede considerar que  Ruggero Deodato abrió la veda para los falsos documentales, filón del que el cine de terror ha hecho una importante caja.


This is a spinal tap

Mockumentary, ese término desconocido por muchos, ayer manido hasta la saciedad en la red e inventado por Rob Reiner. El cineasta provocó un efecto muy parecido, aunque menos peligroso con su ácido documental This is a spinal tap acerca de las rutinas de un bizarro grupo de rock. La propia industria y el efecto espejo resultante alimentaron las teorías sobre la verdadera existencia de la banda.
  

DOCUMENTALES FALSOS

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